martes, 14 de abril de 2009

El sistema internacional de pagos - El patrón oro


El patrón oro surgió en Gran Bretaña como respuesta a la insuficiencia mostrada en antiguos métodos como la moneda acuñada o el papel moneda. También hay que atender al gran crecimiento experimentado por el PIB y el comercio en el siglo XIX. Se vió necesario un sistema internacional de pagos debido al gran incremento de intercambios entre países. La gran mayoría de países durante el siglo XIX abandonó los anteriores sistemas, el monometalismo plata o el bimetalismo plata-oro, para adoptar íntegramente el patrón oro.
Londres se convirtió en el centro financiero siendo la libra esterlina la moneda de referencia como en un futuro lo sería el dólar en E.E.U.U. Ésto provoca una gran dependencia por parte de los otros gobiernos a la evolución de la economía británica.
Se produjo una época de estabilidad y desarrollo de las economías mundiales por lo que es conocido como la "Edad de oro".

El dinero fiduciario, correspondiente a aquellas monedas y billetes que no tienen una contrapartida en oro o plata, es emitido por el Banco Central estableciendo un valor fijo de conversión en oro que es conocido como paridad. Las monedas nacionales establecen su tipo de cambio en función de esta paridad. Los diferentes gobiernos anclados al patrón oro tienen el compromiso de poder asegurar la convertibilidad de sus monedas nacionales en oro a un tipo de cambio fijo.

Las consecuencias inmediatas de la adopción de este sistema internacional de pagos fueron una estabilidad en precios y en cambios de mercados de divisas que pretendía luchar contra la inflación de cada país. Al mantener estables los precios se puede controlar la inflación. A su vez, se creía que a través del tipo de interés se conseguiría volver a equilibrar déficits en la balanza de pagos y comercial. Por otra parte, se pretende un ajuste en inversión, empleo y salarios.
El patrón oro entró en crisis debido principalmente a la ya anteriormente mencionada gran dependencia de la balanza de pagos británica. Además, la cantidad emitida de dinero se limitaba a las reservas de oro de cada país que varían poco en el corto plazo. En épocas de guerra (como la Primera Guerra Mundial) se convertía en algo muy peligroso porque los gobiernos quieren acabar cuanto antes con la guerra y necesitan hacer grandes inversiones echando mano de las reservas de oro y aumentando la circulación de dinero cosa que ponía en duda el funcionamiento del sistema ya que no se aseguraba la convertibilidad en oro del dinero. Se puso de manifiesto el gran fracaso del patrón oro.

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