sábado, 7 de marzo de 2009

La Industrialización


La figura del empresario

La figura del empresario durante la Revolución Industrial fue teorizada por Shumpeter.
En Inglaterra se dio una situación propicia para la aparición de empresarios/as. Éstos, tienen una gran heterogeneidad de orígenes. Son grandes curiosos, observadores, no radican tanto en la técnica. La mayoría de empresarios no fueron artesanos, sino clérigos.

Muchos de ellos, triunfaron pero no todos tuvieron la misma suerte. Hemos visto ejemplos de dos personajes.
Por una parte, Richard Arkwright(1732-1792) fue el primer empresario que incorporó la energía inanimada. Anteriormente, se dedicó al negocio de las pelucas. Recibió un título nobiliario por su contribución a la economía inglesa, siendo algo de gran importancia ya que significaba reconocimiento social al empresario, independientemente de su origen.
En contraposición, Edmund Cartwright (1743-1823) mecanizó el tejido culminando con el telar mecánico. Sin embargo, acabó arruinado y en la cárcel.

En conclusión, los empresarios fueron de orígenes muy diversos, con profesiones liberales y alejados de la técnica. Los que triunfaron fueron aquellos capaces de juntar la técnica con la capacidad comercial.
Gracias a lo que hemos visto, podemos considerar que es en esta época cuando surge la figura que conceptualmente tenemos hoy en día de empresario.

La figura del obrero

Los obreros constituyen el otro gran grupo social de la Revolución Industrial.

Hasta 1840 no tuvieron ningún tipo de regularización en cuanto a condiciones de vida, salarios.
El trabajo infantil, femenino y jornadas de 14 horas eran habituales. Los jornales eran pagados al día o semanalmente.
Había una gran libertad de entrada y salida hecho que comportaba una serie de inconvenientes tales como la falta de inestabilidad, incertidumbre, pobreza, incapacidad de ahorro, así como también generaba una serie de ventajas como un enorme flujo de personas entre fábricas que comportaba una gran transmisión de aprendizaje y conocimiento. La formación era muy rápida.

En cuanto a los salarios, hasta 1830 en general los salarios promedio industriales eran poco más altos que los rurales. Entre 1830-1840 aumentaron los salarios urbanos y los rurales se estancaron. Ésto provocó una variación en la capacidad adquisitiva mejorando el nivel de vida. Hay que tener en cuenta también las diferencias salariales en cuanto a género y edad. Debido a todo lo anterior, podemos considerar este periodo como origen de los problemas de la clase obrera que han derivado hasta los problemas actuales.

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